Caía la tarde cuando el Obispo de Almería colocaba la corona
sobre las sienes de la sagrada imagen de la Virgen del Carmen Reina de las
Huertas, amada de tantos miles de almerienses como segunda advocación más
universal de la Ciudad y de su alfoz después de la advocación de la Patrona de
Almería, la Virgen del Mar. A ambas advocaciones las une la historia de la
restauración cristiana en Almería, y la profesión y la pasión marinera de
tantas gentes que confían a la Virgen su vida movidas por una honda fe.
La ceremonia de
coronación se realizó en el marco de la solemne Misa estacional del Obispo en
la Plaza de la Catedral, que se llenó de fieles. Matrimonios mayores, devotos
de toda la vida, gente de mediana edad y jóvenes, que no faltaron; sobre todo,
adolescentes y jóvenes que son miembros de la hermandad y forman parte de los
muchos cofrades de la Virgen, y los que forman parte de los grupos apostólicos
parroquiales y religiosos de la ciudad.
Concelebraron con Mons. González Montes el Obispo de Guadix,
antiguo párroco de San Sebastián, Mons. Ginés García Beltrán, y una veintena de
sacerdotes. Junto a ellos, sin tomar parte en la concelebración como tal,
asistieron con sus hábitos de carmelitas los miembros de la representación de
la Orden Carmelitana, venidos de Sevilla para la celebración. Los religiosos
quisieron ofrecer, en este “año de la Vida consagrada”, un testimonio de vida
religiosa carmelitana, asistiendo con identidad propia a la coronación de la
que es su devoción mariana, muy pronto extendida por toda la Iglesia universal.
Estuvieron presentes las cofradías de la Agrupación de la
capital, que acompañaron a los cofrades del Carmen. Muchas de las mujeres
cofrades vestían las tradicionales mantillas españolas poniendo una nota de
tradición tan española a la celebración religiosa.
Tres años han servido de preparación, según declaró la
Hermana mayor, María del Carmen García Fernández. La Junta directiva y
colaboradores han organizado un acto mariano de singular belleza, pero sobre
todo de testimonio de fe y apostolado, que culmina un programa dilatado de
actividades desarrolladas a lo largo de estos tres años, compuesto de actos
devocionales, pero también de formación y proyección cultural, caridad y
compromiso social.
A la coronación de la Virgen acudió una amplia
representación de Autoridades civiles y militares, entre las que no podían
faltar las de la comandancia de la Marina.
El momento más emotivo se produjo cuando el Obispo
diocesano, Mons. González Montes, subía a la altura de la imagen, que desde su
trono procesional presidía la celebración, para colocar sobre las sienes de las
sagradas imágenes del Niño y de su Santísima Madre las coronas con que ahora se
ciñen como tributo de amor y veneración agradecida a la constante intercesión
de la Virgen por el pueblo de Dios. Los cohetes y las campañas ensordecieron el
momento de la coronación como tributo de amor y explosión festiva. Portó las
coronas el párroco de San Sebastián, don Manuel Cuadrado, que ha orientado
espiritualmente las actividades de la preparación de la coronación acompañando
la actuación de la Hermana mayor y de su equipo.
Hay que destacar la fina ornamentación que engalanó la
fachada norte de la Catedral. El Orfeón murciano “Fernández Caballero” se
encargó de la interpretación musical. Terminada la Misa de coronación, se
organizó la procesión que devolvía la imagen a su casa habitual, la iglesia
parroquial de San Sebastián, escoltada por la guardia de honor del Ayuntamiento
de la capital provincial y diocesana. El recorrido, engalanado con banderolas y
leyendas alusivas a la Reina del Carmelo y de las Huertas, dejaba ver a cuantos
se asomaban a los balcones para aclamar el paso de la imagen de la Virgen del
Carmen. Terminaba así una jornada mariana muy bella, testimonio de fe en una sociedad
plural y en un tiempo muy distinto del pasado de la religión popular de masas.
La religión popular sin ser hoy masiva, como en un pasado todavía reciente, es,
sin duda, un magnífico marco de acción evangelizadora.
El pasado domingo, la parroquia de San Sebastián celebraba
la misa de acción de gracias por la coronación de la imagen, presidida por el
párroco.
Fuente:Diócesis de Almería